La rueda buena versus la rueda mala ¡Rompe el bucle y empieza a cuidarte!
¿Te has planteado alguna vez que a las personas que no se cuidan y no tienen buenos hábitos les ocurren todos los males a la vez?
Para estas personas, es como si todas las desgracias llegaran en tropel: una alimentación desequilibrada, noches interminables de sueño fragmentado, la ausencia de actividad física que debilita el cuerpo, un cansancio perpetuo, un estrés que parece no tener fin y, para colmo, la ansiedad que se instala como un huésped no deseado en la mente. La espalda duele, el sobrepeso se aferra como un lastre y el tiempo se desvanece entre obligaciones y responsabilidades. Es una vorágine que parece no dejar resquicio para la transformación, y la vamos a denominar “la rueda mala”. ¿Por qué rueda? Porque unas cosas llevan a otras, y si no se rompe con la inercia es un bucle que se repite constantemente.
¿Cómo podrían iniciar un cambio de hábitos aquellos que no parecen tener ni tiempo ni energía para dar un primer paso?
Parecería ser un empujón directo hacia el abismo. ¡Pues nada más lejos de la realidad! Antes de hablar de la solución al problema, vamos a pensar en otras personas que encarnan la antítesis de la desalentadora “rueda mala”: aquellos que, al contrario, parecen haber descifrado el código de una vida saludable. Comen con consciencia, se entregan al ejercicio con fervor, irradian una energía envidiable, se desenvuelven con alegría, manejan su estrés con gracia, disfrutan de un sueño reparador y, lo más impresionante, parecen no conocer la ansiedad. Este grupo de personas se encuentran en “la rueda buena”. Son como superhéroes (o como locos) para aquellos que luchan en el otro bando, como si estuvieran en una dimensión completamente diferente.
¿Cómo se traslada esto al mundo de la empresa?
En todos los equipos hay personas con hábitos saludables, que descansan bien, que tienen buen humor… y suele coincidir con que son más productivos que otros que tienen un estilo de vida poco saludable, están agotados, y no pueden con su vida. No pretendemos con este post poner etiquetas a nadie ni simplificar algo que es complejo, pero al final como responsable de salud y bienestar laboral te interesa en tu trabajo atraer a la gente hacia la rueda buena. El motivo es sencillo: ganarás en productividad, en clima laboral, y también lograrás reducir el absentismo por bajas médicas.
¿Realmente es posible cambiar de equipo? ¿Que las personas que se encuentran en la rueda mala cambien a la rueda buena?
Parece un abismo insalvable cambiar de equipo, pero la realidad es que la solución está en dar el primer paso. EMPEZAR. Empezar a tener buenos hábitos alimenticios (para ello hay que formarse), empezar a practicar ejercicio físico (nos tienen que dirigir) … y poco a poco ir afianzando hábitos. Eliminar las barreras, dejar de ver obstáculos… y tener determinación. Tiempo tenemos todos ya que los días tienen 24 horas. El cambio que hay que realizar es PRIORIZAR este cambio de hábitos. También es clave el componente motivacional para no morir en el intento. Y para ello hay que fijar objetivos claros y alcanzables, objetivos SMART, esos que son específicos, medibles, alcanzables, relevantes y en un tiempo determinado.
¿Cómo puedo empezar esta transformación en mi empresa? ¿O en mí mismo?
Una buena manera de hacerlo es apostar por un programa de ejercicio físico, nutrición y hábitos saludables. Lograremos tener empleados que dormirán mejor, tendrán más energía y serán más positivos. Por tanto, a la vez que mejora la salud de los empleados, mejorará también la productividad laboral, la satisfacción con la empresa por sentirse cuidados, y el clima laboral por afrontar un reto juntos. Igualmente, disminuirá el absentismo por causas comunes como las lumbalgias o el estrés. ¿A qué esperas? ¡Apuesta por el programa de Healthy Workplace para ti y para tu equipo de trabajo!