Estrés en el trabajo y malos hábitos alimenticios ¿Por qué el estrés nos lleva a comer mal?
A casi todos nos gustan los alimentos grasos y las bebidas azucaradas, y nos apetece comerlos más cuando estamos estresados. Es habitual que cuando estamos estresados nos apetezca tomar chocolate, dulces, o alcohol. Ya sea por estrés laboral, por estrés familiar, por preocupaciones diversas, hay ciertos tipos de alimentos que nos relajan. Se trata de una “recompensa” que busca el cerebro, que suele ser además durante o después de la cena, y es algo que hacemos con poco control. Por muy reconfortante que pueda ser, tiene detrás un mecanismo poco saludable.
Según un estudio realizado con ratones publicado en 2023 en la revista Neuron, la parte del cerebro responsable de controlar el hambre y la saciedad se desconecta en situaciones de estrés crónico. Es decir, que en situaciones de estrés crónico el cerebro no es consciente de que ya estamos llenos, y nos anima a seguir comiendo. Además, el cerebro en estas situaciones prefiere los alimentos azucarados y ricos en grasas, lo interpreta como una recompensa, y crea una preferencia por esos alimentos a largo plazo.
¿Cómo se explica esto que ocurre en el cerebro?
Una molécula llamada Neuropéptido Y parece ser la protagonista de todas estas funciones. Los expertos creen que el cuerpo produce esta molécula de forma natural como una forma de afrontar el estrés, ya que reduce la ansiedad. El problema es que el Neuropéptido Y también desactiva la zona del cerebro que controla la saciedad, y le insta a seguir comiendo alimentos reconfortantes sin control.
En el estudio se vio que, expuestos al mismo tipo de dieta, los sujetos con estrés crónico engordaron el doble que los que no tenían estrés en el mismo periodo de tiempo. Todo esto subraya la importancia de controlar el estrés, y de mantener una dieta saludable en situaciones de estrés.
¿Qué consecuencias tienen estos malos hábitos? ¿Es un ciclo vicioso? ¿Cómo puede afectar a la empresa?
Si el estrés crónico nos lleva a comer mal y a engordar, lo más probable es que esto nos preocupe, nos haga dormir peor, tengamos menos energía, no hagamos ejercicio físico… y sigamos engordando y estresados.
Si esto les ocurre a tus empleados debería preocuparte, ya que además de mermar su salud se verán reducidas su productividad laboral, y puede aumentar el absentismo en tu empresa por estrés, ansiedad, depresión, y a largo plazo por enfermedades cardiovasculares y diabetes.
¿Qué solución tenemos? ¿Cómo romper el bucle?
Se trata de hacer ejercicio físico y seguir una dieta saludable para reducir el estrés, mantener un peso adecuado y una buena salud. Pero no se trata de dar una receta de ejercicio físico + nutrición, hay que realizar un programa formativo, como el que ofrecemos en Healthy Workplace, para que tus empleados realmente tomen conciencia de por qué y cómo cambiar sus hábitos por otros más saludables, y tengan adherencia al cambio.