El calentamiento: arma fundamental para prevenir lesiones
¿Qué se entiende popularmente por calentamiento? ¿Tiene alguna relación con la probabilidad de sufrir lesiones? ¿Tiene esto alguna aplicación práctica en el mundo laboral?
Cuando nos hablan de hacer un calentamiento, lo realizamos con una serie de ejercicios y movilizaciones de poca intensidad que hacemos antes de una sesión de ejercicio físico, que suele durar unos minutos. Entendemos que es un paso previo, no le damos mucha importancia, sabemos que ayuda a no lesionarse o incluso a ir “engrasándose” … Pues bien, es una parte del ejercicio físico fundamental para no lesionarse que debe incluirse siempre en cualquier entrenamiento o competición deportiva. Pero no sólo tiene una aplicación en el mundo del deporte, si no que puede y debería aplicarse también en el contexto laboral, cuando vayan a realizarse esfuerzos físicos. No tiene nada que ver ir a agacharse y levantar un peso con articulaciones frías como el tobillo, la rodilla, la cadera, o la columna vertebral. Enseñar a los trabajadores una rutina de calentamiento antes de hacer esfuerzos puede ayudar a prevenir lesiones y dolores musculoesqueléticos, y con ello bajas laborales.
Fisiología del calentamiento
El calentamiento o “warm-up”, como su nombre indica, tiene como objetivo elevar la temperatura de los diferentes tejidos corporales. Este aumento de la temperatura corporal trae consigo una serie de efectos beneficiosos: conseguimos que las articulaciones se encuentren más lubricadas, que el colágeno sea más elástico y por tanto haya menos rigidez y resistencias en ligamentos y tendones, mejoramos la contracción muscular y por tanto producimos más fuerza, se activa el sistema nervioso y por tanto mejora la coordinación y la velocidad de reacción, y por último la activación del sistema cardiovascular mejora el aporte de sustratos energéticos en el músculo y otros tejidos diana.
¿Por qué el calentamiento ayuda a prevenir lesiones?
En comparación con realizar cualquier esfuerzo físico “en frío”, realizar un buen calentamiento antes hará que nuestros músculos y articulaciones estén más flexibles, toleren más fuerza, y estén en definitiva más preparados para el esfuerzo. Además, nuestro sistema nervioso estará más activo y nuestros gestos serán más coordinados. Será mucho más difícil que suframos una contractura, un desgarro muscular, un esguince, e incluso una fractura.
¿Cuánto debe durar un buen calentamiento y cuál debería ser su estructura?
Para que ocurran todos los efectos beneficiosos que hemos nombrado, el calentamiento debería durar aproximadamente 10 minutos, con ejercicios de intensidad creciente. Se debe comenzar con ejercicios suaves de movilidad articular, seguido de ejercicios de fuerza de intensidad leve-moderada, y se debe complementar con trabajo cardiovascular y ejercicios cada vez más específicos que se parezcan a los gestos que vamos a realizar después.
Aplicación al mundo laboral: ¿Cuáles son los beneficios para el trabajador y para la empresa?
Dentro del entorno laboral, será más importante hacer un calentamiento específico antes de comenzar tareas físicas, en comparación con puestos de oficina. Sin embargo, también los trabajadores de oficina sufren dolencias y lesiones y éstas se pueden minimizar si previo a estar sentado se hace algún tipo de ejercicio físico, o al menos se establece una rutina de pausas activas. Por tanto, se pueden beneficiar todo tipo de trabajadores. Y del mismo modo las empresas, porque estaremos aplicando una medida muy costo-efectiva que además de mejorar la salud de los trabajadores y prevenir lesiones, reducirá el número de bajas laborales, el absentismo, y mejorará la productividad.
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