¿Cuál es el mejor momento para empezar un programa de ejercicio físico y hábitos saludables en una empresa?
El momento en que se realizan las acciones muchas veces determina el éxito o el fracaso. El “timing” es clave, y en este artículo vamos a hablar de su importancia a la hora de implementar programas saludables en las empresas, que tienen como fin mejorar la salud de los trabajadores, reducir el absentismo laboral por bajas médicas, o mejorar la productividad
SIEMPRE es buen momento para cuidarse, hacer ejercicio físico, comer bien, gestionar nuestra salud mental…en definitiva, tener un estilo de vida saludable. Es importante hacerlo en todas las etapas de nuestra vida, sin interrupciones, ya que es el factor con mayor impacto sobre la salud. Sin embargo, para que el ejercicio físico o la alimentación tengan efectos positivos clínicamente relevantes sobre la salud, se necesita CONSTANCIA.
Esta constancia se traduce en que en un periodo de tiempo prolongado mantengamos estos hábitos saludables, y de este modo mejorará nuestra salud. A esta constancia se le suele denominar adherencia, y es clave para que se produzca un cambio real de los hábitos de estilo de vida, y se afiancen. Esto es lo que buscamos.
No somos capaces de implementar y afianzar muchos cambios a la vez, por lo que lo ideal es proponerse cambiar hábitos en una época en la que tengamos cierta estabilidad. Será difícil cambiar nuestros hábitos si nos pilla por medio una mudanza, un cambio de trabajo, un viaje de vacaciones, etc. En este sentido destacan 3 momentos muy oportunos en el año para realizar un cambio de hábitos (hacia mejor) eficaz: a finales de septiembre/principios de octubre, ya que acaban las vacaciones de verano y empiezan las nuevas rutinas; a la vuelta de navidades, y después de semana santa antes de verano.
A finales de septiembre/principios de octubre solemos estar con las pilas cargadas, y para muchos es el comienzo del “curso escolar”, donde estamos muy motivados para probar cosas nuevas o ser constantes. Es un gran momento para que nuestros empleados empiecen un programa de ejercicio físico y hábitos saludables.
Justo a la vuelta de navidades ocurre lo mismo: solemos venir con cierta frescura por haber descansado o disfrutado, hemos liberado endorfinas y oxitocinas, que contrarrestan el cortisol, y además tenemos los “propósitos de año nuevo”. Incluso, es el momento del año donde mucha gente gana algunos kilos debido a las fiestas, y la motivación por hacer ejercicio, comer mejor y adelgazar es mayor. Es otro momento perfecto para realizar un cambio de hábitos.
Por último, a la vuelta de semana santa, que suele ser a primeros de abril, solemos estar más cansados o incluso quemados que después de verano o navidades, pero para muchos supone un plus de motivación lucir un cuerpo más bonito en verano.
En definitiva, el elemento motivacional es clave para que un programa de hábitos saludables resulte eficaz, y depende de muchos factores, siendo uno de ellos el momento del año en el que nos encontramos.
El mensaje es que las empresas deben apostar por programas holísticos de promoción de la salud laboral, como el que desarrollamos en Healthy Workplace, por tener múltiples beneficios sobre su principal capital, que es el capital humano: empleados más sanos, más satisfechos con su empresa, más fidelizados (retención del talento), con menor absentismo por bajas médicas, y más productivos. Y aprovechar algunos momentos clave del año puede ser clave en el éxito del programa.